El mito de la pureza de las variedades raciales existentes en el vacuno herrado ibérico conlleva asumir que algunas "pretendidas castas fundacionales" se extinguieron.
Se da como cierto que todo lo que fuera de origen Jijón de Villarrubia de los Ojos se agotó, sin que las sucesivas ventas de ganado a distintas ganaderías que se han venido realizando desde el siglo XVIII y perfectamente documentadas, no hubieran aportado ejemplares a la cabaña que hoy sobrevive tras las distintas mezclas que se han venido realizando.
Resultaría justo empezar a reconocer sin complejos la realidad genética existente en el Bos Taurus Ibéricus.
Dar como bueno el mito de la extinción es el equivalente a dar como bueno el mito de la pureza racial de cada una de las actuales variedades reguladas por el RD 60/2001 que no está adverado por la certificación genética.
Para muestra de lo escrito ilustramos un comentario del sitio de Face Book "Tauromaquia para el recuerdo" que no tienen inconveniente de nombrar a los Jijones como extintos, adjuntamos impresión de pantalla en el que se muestra este comentario.