La labor social y medioambiental de la Escola de Pastors de Catalunya
ESCOLA DE PASTORS DE CATALUNYA
Valores RuNa:
Creación de nuevos yacimientos de empleo en el medio rural
Formación de nuevos pastores y divulgación de la cultura pastoril
Conservación y fomento de especies autóctonas de ganadería extensivaCompatibilización de actividades ganaderas y conservación de espacios naturales
Recuperación y conservación de ecosistemas mosaico pastizal-forestal
Garantizar relevo generacional en el medio rural
LA LABOR SOCIAL Y MEDIOAMBIENTAL DE LA ESCOLA DE PASTORS DE CATALUNYA
Desde principios de 2009 la Escola de Pastors de Catalunya se encuentra a pleno rendimiento, con tres ediciones completadas, la cuarta finalizándose y la quinta en ciernes. En total 72 alumnos, de los cuales se han graduado ya 59. Un proyecto auspiciado por la Associació Rurbans, asociación sociocultural para la dinamización rural de las zonas catalanas de montaña, y apoyado económicamente por la Generalitat de Catalunya. Escuela de pastores como esta, o como la vasca Artzain Eskola, abren un camino que parecía cerrado y abandonado hace pocos años, pero transitado ahora desde una perspectiva nueva que reúne tanto la parte laboral y la social como la cultural y medioambiental. Vanesa Freixa i Riba, portavoz de Rurbans, contestó como siempre con interés a las preguntas que le formulamos desde la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente.
¿De qué consta la formación y cuál es el perfil de los alumnos?
La formación son cinco meses: un mes de teoría y cuatro meses de prácticas. La teoría se hace en la zona del Pallars Sobirá y las prácticas en cualquier territorio donde la escuela tiene delegación. Esto es, hasta 2012, en Pirineos, Catalunya Central, Tierras de Ponent y Gironès. En la edición 2013 vamos ampliar a la zona del Delta del Ebro y a Camp de Tarragona. El perfil de los alumnos es bastante homogéneo. Son personas que tienen la intención de aprender el oficio y por tanto configurarse como el nuevo campesinado. La media de edad es de 31 años (media que se repite en cada edición). El grupo mayor se encuentra entre los 30 y los 35 años. Les sigue el grupo entre 23 y 29 años. También contamos con alumnos de más de 40 años que a diferencia de lo que se pueda pensar son personas que tienen una ocupación pero que deciden realizar aquello que hacía tiempo que soñaban. No es, entonces, una huída buscando una alternativa al trabajo actual. En cuanto a su procedencia, la mayoría provienen de la provincia de Barcelona, aunque muchos de ellos viven en municipios rurales. El resto se distribuye entre las zonas de Lleida, Tarragona, Girona y un porcentaje menor que proviene de comunidades vecinas a Catalunya.
¿Cuál suele ser su situación profesional?
Muchos de ellos se encuentran en el paro o, también, reorientando su futuro profesional. Son personas jóvenes que acostumbran a tener trabajos temporales vinculados a actividades de animación, medio ambiente, jardinería, oficios... El campesinado es el sector elegido debido a que es el que más se acerca a sus intereses personales. En muchos casos era una orientación laboral que perseguían desde hacía mucho tiempo pero que no habían podido planteárselo hasta la actualidad a causa que no existía una formación de este tipo. La actual situación económica que pone en la misma situación todos los sectores, hace que el campesinado no sea el sector más desfavorecido. A la vez su elección responde a su manera de entender la vida enfocada al trabajo de la tierra, la autosuficiencia y su participación en el proceso productivo de la alimentación. En cuanto a la experiencia de estos, ha sido muy curiosa la evolución. Las dos primeras ediciones reunieron a un grupo de alumnos elevado, cuyo nivel de experiencia era muy alto: hasta el 63% de alumnos había trabajado o había tenido alguna experiencia significativa en el entorno agrario. Es importante destacar que en las dos primeras ediciones, 2009 y 2010, la escuela contó con 25 y 23 alumnos respectivamente. En cambio en las últimas ediciones esta tendencia ha ido decreciendo. Entendemos que esto se debe a que las dos primeras ediciones aglutinamos todas aquellas personas que hacía mucho tiempo buscaban realizar este tipo de formación, y en las últimas ediciones son personas que poco a poco van descubriendo este oficio y entran en una fase de exploración a través de la escuela.
¿Qué ganado utilizáis? ¿Vacuno, ovino, caprino…? Y, ¿qué razas autóctonas catalanas?
La escuela está orientada a cualquier tipo de ganado. Por tanto se buscan explotaciones o proyectos donde se trabaje con vacas, ovejas, cabras -de carne o de leche- y caballo para carne. Se intenta que sean explotaciones ecológicas, aunque no lo son en todos los casos. Sí que es común el manejo en extensivo. Por otro lado se intenta que sean explotaciones donde se lleve a cabo el ciclo cerrado. Todos los proyectos donde se produce carne trabajan con razas autóctonas: vaca Bruna, oveja Xisqueta, oveja Ripollesa o caballo Pirinenc - Català. En el caso del ganado de leche las razas elegidas por el campesino se deciden normalmente por un tema de productividad: cabras alpinas o pirenaicas, ovejas lacones o vaca frisona.
¿Recibís apoyo de la Generalitat o ayuda estatal u os autofinanciáis?
El financiamiento propio, es decir por parte de las matrículas de los alumnos, sólo supone un 10% del presupuesto de la escuela. Las matrículas son testimoniales (500 euros por alumno) y se usan para pagar la manutención del mes en el que se realiza la parte teórica y una mínima parte para tareas de gestión. La escuela recibe ayudas, vía subvención, de parte de la Generalitat de Catalunya. Por supuesto son ayudas que se tienen que renovar anualmente, que no son de una cuantía fija y que esto hace que la situación sea muy precaria. Contamos con el Departamento de Agricultura que financia los 60 profesionales que imparten la formación teórica. Pero, principalmente, el departamento que apoyaba más a la escuela era el Departamento de Trabajo vía los Planes de Ocupación. En este 2012 esta subvención ha desaparecido y esto significa un golpe muy fuerte para el proyecto. Habrá que ver cómo continuaremos. La situación no es nada favorecedora. Entendemos igualmente que proyectos de este tipo es necesario que mantengan un aporte público ya que se está ofreciendo un servicio público a la ciudadanía por parte, en este caso, de una entidad sin ánimo de lucro, ayudando de esta manera a ampliar el servicio que a veces no proporciona la administración. Hemos demostrado en cuatro años que había una demanda y que esta responde a una necesidad creciente de renovación y relevo del sector primario en nuestro país.
¿Cuál fueron los motivos que os llevó a Rurbans a embarcaros en el proyecto de una escuela de pastores?
Justamente conocer la queja continua del sector por una falta de relevo. Es muy habitual oír frases por parte de los campesinos de "esto está acabado". Nosotras no podíamos creer esto cuando sabíamos que por otro lado había personas jóvenes -la mayoría que no provenían del secto - que querían realizar este oficio pero no tenían manera de llevarlo a cabo. Era darles una oportunidad. Y así empezamos. Después de tres años acabados, y un cuarto a punto de terminar, de estas primeras tres promociones el 67,5% de los alumnos graduados, una vez terminan la escuela, continúan con la profesión, o bien asalariados o bien haciendo trabajos temporales -pastor de montaña-, o bien llevando a cabo su proyecto personal. Igualmente es importante destacar y remarcar la problemática alrededor del acceso a la tierra, que conlleva que personas que no vienen de tradición campesina, les sea muy difícil llevar a cabo su cometido. Estamos luchando también por esto para intentar revertir esta situación. Es importante que desde la política se entienda que estas acciones son más que prioritarias.
Finalmente, desde vuestro punto de vista y amplia experiencia, ¿cómo explicarías los beneficios que reporta a la sociedad y al medio ambiente la labor del pastor?
Son muchísimos, obviamente. No sólo por un tema claro de conservación del medio y favorecimiento de la biodiversidad. Estas semanas de verano hemos comprobado cómo nuestro país necesita de un mantenimiento de nuestros montes y bosques que pasa sólo por la recuperación de la actividad ganadera activa que a su vez genere esta biodiversidad productiva que tanto promocionáis desde la Fundación Félix Rodríguez de la Fuente. Los incendios forestales ya no son una anécdota sino que se han convertido en la tónica general por una falta de manejo de estos espacios y la falta de una política más activa y amplia de incorporación de personas en el ámbito agrario. La silvopastura es uno de los temas que más interesa a los jóvenes que se acercan a la escuela. Por otro lado está la importancia de dar cabida a proyectos agroecológicos. La agroecología como concepto engloba no sólo un tipo de producción determinada sino una concepción de transformación global vinculado principalmente con el trabajo de la tierra y sus relaciones directas con la sociedad, la economía y el medio ambiente. Fomentamos un campesinado de formato familiar o cooperativo, donde se realice una producción ecológica -certificada o no- o tradicional, donde se transforme y/o se realice una venta directa a través de circuitos cortos: cooperativas de consumo, mercados, familias, etc. Y todo este sistema que sea integrado en la vida de nuestra sociedad como un elemento más. Esto quiere decir que pretendemos que se normalice este oficio, que sea normal entender que una persona joven se quiera dedicar a ello y que esto no signifique que sea una locura, sino una acto consciente y responsable para transformar nuestro planeta, nuestro campo, nuestro entorno, en un mundo mejor, más tranquilo, más humano.
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