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A/A de Dª Rosa Aguilar Rivero
Ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino
En primer lugar quiero felicitarla por su nombramiento como ministra.
Le escribo para pedirle que intervenga en un conflicto que está produciendo la desaparición de la variabilidad genética existente en el vacuno herrado.
Lo que me une a esta causa es que soy de Villarrubia de los Ojos, (Ciudad Real), lugar de origen de una variedad bovina que por ser destinada a usos lúdicos se está viendo amenazada. De hecho ya no existen ejemplares en sus lugares habituales de cría. Su desaparción de estos lugares está producido el mayor desastre ecológico de nuestro territorio nacional en las zonas del acuífero 23 en concreto en los espacios protegidos del Parque Nacional de las Tablas de Daimiel.
Cuando clamamos por su reintroducción en los lugares en los que pastó durante siglos se nos dice que no estamos legitimados ya que no somos ganaderos, ni asociación de ganaderos.
Lo que está claro es que la variabilidad genética existente en el Bos Taurus Ibéricus es un bien público que debe ser preservado por nuestra administración y por el que todas las personas tenemos legitimidad para exigir esta protección con independencia de que seamos o no propietarios de los animales que portan estas variables genéticas.
Si la excusa para no imponer sistemas de control de la desaparicición de nuestra riqueza genética y de nuestra biodiversidad es que esta está en manos privadas, habrá que desprivatizar esta riqueza genética que es universal y que no tiene dueño. Los ganaderos que sigan teniendo su ganado, pero la administración tendrá que imponer los mecanismos necesarios para que las decisiones sobre la pervivencia de las variedades amenzadas no estén en manos privadas.
La propiedad sobre los animales es un derecho que no vamos a discutir, pero la diversidad genética de los animales y su protección si que debemos protegerla de la misma manera que se hace con otras especies, incluso ganaderas.
Al final el problema es que el ganado vacuno herrado ha sufrido una proceso doblemente privatizador que ha conducido a que la disposición sobre el prototipo racial, en algunos casos, esté en manos de una única persona física. A estas personas habrá que estarles agradecidos de que estén haciendo el esfuerzo de preservar razas en declive. Sin embargo resulta inadmisible que esto continue así. No puede ser que consitamos que nuestra administración pública presencie esta merma de nuestra biodiversidad, argumentando que las competencias las tienen los propietarios y las asociaciones de propietarios de ganado vacuno herrado. Las competencias de gestión de sus variedades por supuesto que son delgables a organizaciones, pero las decisiones sobre la pervivencia de las razas no son transferibles.
Nuestra propia Constitución ordena a los poderes públicos velar por esta riqueza. No es excusa la situación conyuntural actual.
Los que vemos impasibles cómo se reduce el número de prototipos raciales seremos responsables de no haberlo evitado a pesar de tener la obligación de hacerlo.
Sea como fuere bajo su Ministerio se resguardan la mayor parte de las competencias para conserguir transformar un problema en una oportunidad para el futuro.
Esperando que este asunto pueda ser de su interés y agradeciéndole su atención, le saludo muy atentamente.
Manuel Zamora
PD:
Le invito a mostrarle personalmente el entorno en el que vivió el "toro jijón" para que vea estos parajes que dependen de su ministerio con otros ojos diferentes.
http://buscon.rae.es/draeI/
Escrito dirigido al mail: informac@mapa.es con fecha cinco de noviembre de 2010
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El asunto consignado en el mail: Desprivatización y protección de la variabilidad genética de la raza vacuna herrada, "Bos Taurus Ibericus"
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