La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación describe todas las razas de animales domésticos con aprovechamientos alimentarios. En la descripción que se hace del bovino de lidia se menciona el origen del toro en la provincia de Ciudad Real, en concreto Villarrubia de los Ojos. En esta localidad se crío el toro jijón lo que supone un reconocimiento de esta actividad ganadera por un organismo internacional y que permite reivindicar la reintroducción de esta variedad a sus lugares de origen.
Descripción del origen
El origen del actual toro de lidia español hay que buscarlo en la primitiva variedad zoológica de todos lo bovinos: el bos tauro primigenius o uro, derivado de éste, existió otro gran bóvido: el bos brachiceros, que este se asentó en la península. Existe la teoría que el toro de lidia nace de dos uros, los que trajeron los celtas que lo introdujeron por el norte, el bos brachiceros y los que desde Egipto se extendieron por el norte de África y los árabes introdujeron en la Península por el sur. Los que los celtas introducen por el norte se asientan en las estribaciones de los Pirineos y en el norte de Navarra y Aragón, dando origen a la raza navarra. Los que entran por el sur se asientan en las riberas del Guadalquivir y dan origen a la raza andaluza. esto no quiere decir que uno y otro se mantuvieran sin extenderse en esas zonas, pues tanto la del norte como la del sur se desplazaron hacia el centro, asentándose en las riberas del Guadarrama, Colmenar Viejo, montes de Toledo y la provincia de Ciudad Real, concretamente en Villarrubia de los Ojos. En estos parajes con el tiempo, se creó unos de las primeras castas fundacionales. También se extendieron a otras regiones, donde se crearon razas para la lidia y para carne y trabajo, con su propia morfología, como consecuencia del habitat, pastos, climatología, vegetación, etc, que influye de forma determinante en el desarrollo y carácter. El toro de lidia no fue creado como tal, si no es el resultado de la busqueda de una especie para un fin concreto: los festejos taurinos.
Año de origen
Desde la prehistoria hay referencias del toro de lidia. La formación de ganaderías para criar reses destinadas a la lidia, cuando alcanza un verdadero auge es bien entrado el siglo XVIII.
Zonas de origen
Los primeros datos históricos y referencias escritas sobre el toro aparecen en Asia menor y Egipto.
Lugar dentro del país
Los árabes introdujeron el toro en la Península por el sur. Los que los celtas introducen por el norte se asientan en las estribaciones de los Pirineos y en el norte de Navarra y Aragón, dando origen a la raza navarra. Los que entran por el sur se asientan en las riberas del Guadalquivir y dan origen a la raza andaluza. esto no quiere decir que uno y otro se mantuvieran sin extenderse en esas zonas, pues tanto la del norte como la del sur se desplazaron hacia el centro, asentándose en las riberas del Guadarrama, Colmenar Viejo, montes de Toledo y la provincia de Ciudad Real, concretamente en Villarrubia de los Ojos. En estos parajes con el tiempo, se creó unos de las primeras castas fundacionales. También se extendieron a otras regiones, donde se crearon razas para la lidia y para carne y trabajo. Actualmente la cabaña ganadera de raza lidia se extiende por toda la geografía española, predominando la misma en Andalucía, Castilla y León y Extremadura, mayoritariamente y en menor medida pero no menos significativo, Castilla la Mancha, Madrid y Navarra.
Usos
Descripción de los usos específicos
Toreo y espectáculos populares.
Aptitud cárnica.
Información sobre las cualidades de la raza
Tolerancia o resistencia específica
Cumple la normativa de la campaña de saneamiento determinada por el estado español.
Adaptabilidad a ambientes específicos
Es una especie adaptada al sistema de explotación extensivo en toda la geografía española.
Características reproductivas específicas
Buena aptitud maternal
Otras cualidades especiales
Animales nobles adaptables a condiciones difíciles. Gran variabilidad genética.
Colores de la raza
Comentario sobre el color
La raza de lidia es muy variopinta, presentando diez grupos de pelajes diferentes, aunque con claro predominio de las pintas negras. Además de éstas las más abundantes son las cárdenas, coloradas, castañas, tostadas, jaboneras y berrendas. En menor medida se dan también capas ensabanadas, sardas y salineras. Dentro del grupo de capas negras existen tres variedades; zaino, mulato y azabache. Las pintas cárdenas admiten variedades claras y oscuras, al igual que las castañas, sardas y salineras. Las pintas cárdenas admiten además la variedad mulata. Dentro del grupo de pelajes colorados se incluyen las pintas melocotón, colorado propiamente dicho, colorado encendido, colorado avinagrado y retinto. Dentro del grupo de capas jaboneras existen cuatro pelajes distintos: albahío, jabonero claro, jabonero sucio y barroso. En cuanto a las pintas berrendas destaca la presencia del berrendo en negro. Son menos abundantes el berrendo en colorado, berrendo en cárdeno y berrendo en castaño. Los berrendos en jabonero y en tostado son más escasos aún, mientras que el berrendo en salinero y el berrendo en sardo son excepcionales. La variación cromática es todavía más considerable si tenemos en cuenta que dichas capas suelen ir acompañadas por distintos accidentales, que suponen discontinuidades en el pelaje básico del animal. Estos accidentales pueden aparecer en cualquier punto de la superficie corporal de la res (particularidades generales) o limitarse a una zona determinada (particularidades de la cabeza y del cuello, particularidades del tronco, particularidades de las extremidades y particularidades de la cola). Son particularidades generales el alunarado, anteado, aparejado, armiñado, burraco, carbonero, chorreado en morcillo, chorreado en verdugo, entrepelado, estornino, lavado o desteñido, mosqueado, nevado, remendado y salpicado. Las particularidades de la cabeza y del cuello son capirote, capuchino, careto, caribello, carinegro, estrellado, facado, lucero, bociblanco, bocidorado, bocinegro, ojalado, ojinegro, ojo de perdiz, llorón y gargantillo. Las accidentales que afectan al tronco reciben las denominaciones de albardado, aldiblanco, aldinegro, axiblanco, bragado, corrido, cinchado, jirón, listón, lombardo y meano. Las particularidades de las extremidades son el botinero, calcetero y calzón, mientras que las que afectan a la cola reciben los nombres de coliblanco, rabicano y rebarbo.
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