Marín Marcos | |||||||||
Ficha general | |||||||||
|
|
En el libro: "Por las rutas del toro", de Joaquín López del Ramo y que trata de un recorrido por las principales ganadería de la Península ibérica.
El autor dedica dos páginas a la ganadería de Marín Marcos. Es una ganadería de las clásicas de Jaen, que por lo que parece está en manos de la misma familia desde hace casi un siglo. Se trata de una vacada íntimamente relacionada con la casta jijona ya que el ganado con el que se formó pertenecía a este encaste (procedía del Marqués de la Conquista). Además con posterioridad se añadió una partida de vacas y un semental de la de los herederos de Vicente Martínez.
El texto que se dedica a esta ganadería es el siguiente:
"Los hijos de Eugenio Marín Marcos tienen en distintas fincas del término de Aldeaquemada - "El Tentadero" y "Estrecho de Carretas"- la más antigua de las ganaderías que existen en la provincia de Jaen. Su abuelo, don Pacomio Marín, compró en 1917 gran parte de la vacada que hasta entonces perteneció a Luis Baeza, y que se formó originariamente con reses jijonas del marqués de la Conquista, a las que luego se añadieron hermbras y sementales vistahermoseños de Eduardo Oela. Pacomio Marín sumó a lo adquirido un lote de vacas del duque de Veragua, en 1920, y en 1928 agregó medio centenar de eralas y añojas y el semental Mirandillo, de los herederos de Vicente Martínez. En este último prevalecía la sangre Ibarra (pura de Vistahermosa) a través de los famosísimos sementales Diano, Dudoso, Ramito y Vinagrero.
El ganadero jienense se centró cada vez más en la línea de Martínez, y logró que los animales de su hierro tuvieran una más que aceptable calidad. La guerra civil causó a la vacada tremendos destrozos, hasta casi hacerla desaparecer, sin embargo, y a costa de muchos sacrificios se pudo volver a recuperar. En 1940 falleció don Pacomio Marín, y la mayo parte de la ganadería pasó a manos de su viuda, doña Francisca Marcos. Cuatro años más tarde se dividió entre los dos hermanos, Paco y Eugenio Marín Marcos. El primero de ellos vendió su parte hace tiempo, mientras que el segundo la mantuvo y acrecentó, cuidando notablemente la presentación y el trapío de sus novillos y sus toros. Debutó en Madrid con una novillada el 25 de agosto de 1946, festejo en el que destacó el codicioso y noble Muletero, y durante más de tres décadas sus astados han sido - sobre todo de utreros- habituales en la Monumental de Las Ventas.
La ganadería de Marín Marcos no ha logrado éxitos demasiado espetaculares en plazas importantes, y en las últimas temporadas ha decrecido bastante el número de animales lidiados. Entre lo más destacado, se puede citar el excelente juego del toro Soberano, al que se ledió la vuelta al ruedo en Calatayud el año 1977; una corrida estoqueada en Alcañiz por Paquirri, Manzanares y Niño de la Capea en 1978, o un gran toro con el que triunfó en el Real Sitio el Niño de Aranjuez el 5 de septiembre de 1979.
La heterogénea procedencia de esta vacada, a la que hay que sumar la reciente incroporación de sangre Santa Coloma, es la causa de que no pueda hablarse de un tipo único como clásico de la misma, aunque sus toros se han caracterizado por ser bajos de cruz, hondos, de pitones veletos, blanquecinos y afilados, y cara rizada. Estos rasgos hablan de una afinidad con la estirpe Ibarra-Parladé, que se puede explicar tanto por la presencia de la sangre de Martínez como por una posible intervención de algún toro que tuvo Pacomio Marín procedente de Samuel Flores, dato éste sin confirmar por nuestra parte. Los pelos, por último, más abundantes son el negro zaíno, bragado y listón, aunque también se han podido ver toros castaños, chorreados, colorados, retintos e incluso berrendos remendados".
Ficha procedente de la web de Unión de Criadores de Toros de Lidia.
Recopilación realizada por Lorenzo Cerón Miranda.