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domingo, 10 de mayo de 2020

La historia de la vacuna y de la conservación de la diversidad de bovino.


El nuevo descubrimiento que esperamos con mayor anhelo toda la humanidad -justo en este momento- es una vacuna que nos inmunice de la enfermedad que produce el Corona Virus. 

El origen de la palabra vacuna con el significado actual, nos hace pensar en su historia, y para los que pretendemos la conservación de las variedades de vacuno, en la historia de la cría del ganado bovino. 

Se está divulgando información de los más de cien proyectos en los que ya se hacen pruebas. La mayoría de las alternativas son similares a la que se utilizó para el descubrimiento del sistema inmunológico bautizado con el nombre de "vacuna". Se anuncia el uso de distintas razas de animales, para posteriores pruebas en humanos.

Solo se cita un proyecto innovador de inmunización basada en el ARN, en el que no es necesario inocular virus o partículas víricas, sino directamente las instrucciones genéticas para producir los antígenos que estimularán el sistema inmunitario.



En otro artículo, se menciona expresamente el nombre de una llama, el titular dice: "La llama Winter y su papel en el descubrimiento de una vacuna para la Covid-19"; se publica en el diario La Vanguardia, en su sección Natural, subsección Salud Humana y Animales. 

En este caso se habla de la utilización de camélidos, (en su día fueron bóvidos, comparten el Orden ya que ambos son Artiodactyla -ungula­dos-, los camélidos pertenecen al infraorden Tylopoda, mientras que los bóvidos pertenecen al infraorden Pécora). Parece ser que el virus ha transitado antes de llegar a los humanos en este tipo de ungulados, procedente de murciélagos.


Resulta curioso descubrir que la Bovinotecnia, que estudia la cría del ganado vacuno, mientras se hacía el descubrimiento de la vacuna en Inglaterra, ya se estaba creando en España, lo que después sería considerado como, la mejora de la raza vacuna, utilizando la observación de los animales y su conducta. 

Por otro lado, resulta sorprendente comprobar que buena parte de la humanidad ha portado durante doscientos años anticuerpos producidos en vacas para erradicar las epidemias de viruela. 

Otra coincidencia es que los laboratorios que estudian el virus y su evolución geográfica utilizan las mismas técnicas que usadas para geolocalizar las variables bovinas a lo largo de la evolución. 





Rememorar cómo Edward Jenner siguiendo el método científico de la observación, nos obliga a tener presentes algunas lecciones. Para observar casuística necesitamos conservar todas las variables. Hoy en día no se podría haber aplicado el método de la observación porque prácticamente ha desaparecido el contexto en el que se producía la actividad que dio origen a su hipótesis, que después experimentaría y que finalmente se convirtió en el catalogado como, el descubrimiento que más vidas ha salvado. 


En ambos casos, para experimentar hay que poder reproducir el contexto y la actividad, eso lleva implícito conservar todas las variables que pueden componer el resultado

El negacionismo de la prevalencia de las vacunas para evitar enfermedades y el negacionismo de las variedades bovinas existentes, es otra coincidencia que comparten ambas cuestiones. 

Los criadores de vacuno herrado, sin hacer grandes alardes, deberían sentirse orgullosos de la conservación de animales que proceden de la misma época en la que se ensayaron las primeras cepas de virus. Sus animales de hoy, no son necesarios para experimentar en este momento ninguna prueba, pero ahí están datados con plena trazabilidad. Si mañana aparecieran variables de la viruela, se podría experimentar con los que mantienen variedades datadas genéticamente con identidades de aquella época. 

Es importante conservar todas las variables de animales y plantas porque están vinculadas a espacios geográficos en el que se gestan enfermedades y que conociendo cómo evolucionan en cada lugar, se puede geolocalizar soluciones que generen anticuerpos a mayor velocidad. 

Parece claro que con las consecuencias de la pandemia, recibimos el mensaje de que tenemos que conservar en cada territorio lo que es de cada territorio, tenemos que volver a la soberanía alimentaria por zonas, a lo inmediato, a lo próximo.

El nuevo mundo de lo hiperintensivo, debe volver a dejar paso al mundo de siempre del microextensivismo. Los micropropietarios emocionales, la cría de variedades vegetales y animales debe ser conservada. El tamaño de una explotación y sus ratios de cuantificación no puede ser el parámetro de su viabilidad por razones económicas, en un mercado intervenido públicamente. 

Si seguimos desertizando el campo de razas autóctonas nos espera un escenario en el que será difícil observar. Si observando en la diversidad existente, aparecen soluciones, no podemos eliminar la diversidad, porque desaparece un método científico de la observación.

Estamos a tiempo de conservar, estamos a tiempo de entender que hay que fomentar lo local, lo minúsculo, lo diferente.

Los ganaderos, las asociaciones de ganaderos, las administraciones públicas y la sociedad en general, debemos ser realistas, sinceros, debemos apostar por la variabilidad genética real con parámetros de localización y morfología, no con parámetros de propiedad y moda. 

Los ganaderos tienen en sus manos un bien público, como la variabilidad genética de una raza de bovino, no utilicen la biodiversidad como eslogan. Se pueden y se deben sentir orgullosos debiéndoles un agradecimiento poco reconocido por el esfuerzo que realizan, más allá de la rentabilidad económica.

Se anima a todos los ganaderos a que apuesten por la transparencia en esa conservación de la diversidad racial que será vital para que ofrezcan credibilidad en un futuro, no tan remoto. 

La conservación del ganado se debe a los ganaderos, no a las tradiciones de usos lúdicos. La variabilidad se conserva de forma dirigida o sin intervención. Si se hace con intervención humana, seleccionando progenitores, se debe hacer con responsabilidad para preservar todas las variables.



"An enquiry into the causes and effects of Variolae Vaccinae, known by the name of cow pox"


Webgrafía.


El curioso origen del término 'vacuna'. Web 20minutos.es Alfred López 04 de junio de 2015.
https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/el-curioso-origen-del-termino-vacuna/

Información de La Vanguardia 10/05/2020. Ya hay más de cien vacunas en desarrollo contra la Covid. Josep Corbella.

https://www.lavanguardia.com/vida/20200510/481051185249/vacuna-coronavirus-covid-laboratorios-farmaceuticas-china-estados-unidos-oms.html

La llama Winter y su papel en el descubrimiento de una vacuna para la Covid-19. Diario La Vanguardia. Sección Natural. Animales y Salud Humana.

https://www.lavanguardia.com/natural/20200507/481009458614/la-llama-winter-y-su-papel-en-el-descubrimiento-de-una-vacuna-para-la-covid-19.html

"An enquiry into the causes and effects of Variolae Vaccinae, known by the name of cow pox"

https://www.amazon.es/Inquiry-Causes-Effects-Variolae-Vaccinae/dp/B0040SXXUW

Artículo: La vacuna, la mayor conquista de la medicina. National Geografic. Juan José Sánchez Arreseigor. 13 de marzo de 2019.

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/vacuna-mayor-conquista-medicina_7914/1


Ruiza, M., Fernández, T. y Tamaro, E. (2004). Biografia de Edward Jenner. En Biografías y Vidas. La enciclopedia biográfica en línea. Barcelona (España). Recuperado de el 9 de mayo de 2020.-  https://www.biografiasyvidas.com/biografia/j/jenner.htm 


domingo, 3 de mayo de 2020

El nombre de la madre, lo que mejor define la raza de vacuno herrado.













Fotos de ganado de origen Martínez mostrado por José Rufino Martín a Lorenzo Cerón Miranda en octubre de 2016 que procedía de la ganadería de Baltasar Ibán. #castajijona

La tradición de llamar al ganado vacuno herrado con el nombre de la madre ha permitido identificar las razas.

Ha llovido mucho desde que José Rufino Martín nos ratificara los nombres de las madres que procedían de las famosas reatas del ganadero Vicente Martínez. El 16 de octubre de 2009 nos confirmó la teoría en la que había trabajado Lorenzo Cerón Miranda. El sistema de agrupar el ganado por reatas con nombres similares que se hereda de madres a hijas, permite seguir la trazabilidad del ganado, que coincide con lo averiguado en el rastreo de ADN que se hizo a determinadas ganaderías.

Las madres que proceden de una ganadería suelen conservar el nombre, si estos nombre se sigue sucediendo de madres a hijas, y sus descendientes se venden a otra ganadería, podremos concluir que el ganado que ha conservado esta tradición procede de las primeras ganaderías que utilizaban estas denominaciones.

José Rufino nos confirmó que de las reatas de Martínez que se le enviaron, estas todavía eran vacas nodrizas en su ganadería que procedía de Baltasar Ibán. Arbolarias, Bandoleras, Carasucias, Clavellinas, Costureras, Escopeteras, Faroleras, Fusileras, Lumbreras, Pajaritas, Peluqueras, Santeras, Santitas, Sardineras, Sartenitas, y  Tijeretas.


Lorenzo Cerón ha tenido ocasión de conocer en varias ocasiones el ganado mostrado por el propio ganadero. También ha participado en charlas y su descubrimiento, ha sido citado en jornadas técnicas sobre estudios de ganado bravo. 


Agradecemos a Lorenzo Cerón Miranda la aportación de sus averiguaciones y del material gráfico.