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lunes, 30 de abril de 2018

«Las vacas juegan al escondite», interesante artículo que nos recuerda la tradición del vacuno para la lidia.



"Las vacas juegan al escondite"


Con este titular -en la prensa digital nacional de hoy- descubrimos una obra sobre la conducta del ganado vacuno que nos recuerda la forma de criar ganado vacuno que se iniciara en España para seleccionar ganado bravo. 



Se trata de una obra que ya se publicó en el Reino Unido en 2003 y que ahora se publica en España, "La vida secreta de las vacas" de Rosamund Young.


Edición en castellano 2018

https://www.planetadelibros.com/libro-la-vida-secreta-de-las-vacas/264986

Leyendo la sinopsis de este libro descubrimos que un relato muy parecido y también cargado de sensibilidad ya lo escribió el ganadero español Alvaro Domeq en su libro "El toro bravo".


Hoy por hoy la mejor información sobre el comportamiento del ganado vacuno criado en libertad pensamos que se ha publicado en esta obra cargada de detalles que permiten conocer la singularidad de estos animales. Si existen ganaderos sensibles al individuo que crían esos son los ganaderos de vacuno herrado. 

Cada individuo de una ganadería de toros de lidia tiene su propio nombre, pertenece a una familia y se conocen sus ancestros desde, al menos dos siglos. Los ganaderos conocen detalles de la conducta de cada individuo que nos harían pensar que son humanos. Salvando la distancia del contacto manual, el conocimiento que se tiene sobre las emociones y forma de comunicarse que tienen el vacuno de lidia no es muy diferente a la descrita por la autora inglesa en su obra que ahora se divulga.



Otras informaciones:







miércoles, 25 de abril de 2018

El Bovino manchego acompañando al hombre, al menos desde la Edad de Broce.


El Bovino manchego acompañando al hombre, al menos desde la Edad de Broce.

Hace muy pocos días, con motivo de una expedición por tierras manchegas me mostraron un descubrimiento arqueológico, se trataba de un yacimiento de la Edad de Bronce en La Mancha. Queriendo conocer con más detalle algunos de los objetos descubiertos apareció una "fusayola" o "tortera". Pues bien, indagando sobre las particularidades del objeto y de su utilidad doméstica, (servía para hilar tejido), descubrí que también se elaboraba con la cabeza del fémur del ganado vacuno. 

Fusayola del Bronce Manchego (Fuentes de Macho, Villarrubia de los Ojos 2019)

Viendo esta relación entre los hombres y el ganado vacuno pensé en la escasez documental relativa a la historia del vacuno de origen manchego que ha acompañado al hombre desde el neolítico.

Las evidencias de la presencia de ganado vacuno en la zona manchega y de su permanencia hasta hace apenas unas décadas no deja lugar a dudas. Los descubrimientos del Bronce Manchego están ligados a la posesión de una variedad autóctona de vacuno de la misma zona, sin embargo no mostramos interés en conocer las similitudes entre el ganado de aquella época y el actual, presente en algunas ganaderías de vacuno herrado de la actualidad. 



Artefactos óseos procedentes de la Edad de Bronce.  
ARTEFACTOS ÓSEOS DEL YACIMIENTO DE LA EDAD DEL BRONCE DEL CERRO DE LA ENCINA (MONACHIL GRANADA). 
Manuel ALTAMIRANO GARCÍA 

El objeto remarcado en naranja es una fusayola fabricada con el fémur de ganado vacuno de la época.

Pintura rupestre con una escena cotidiana con el ganado en el Neolítico, en Tassili n’Ajjer (Argelia). DE AGOSTINI PICTURE LIBRARY (GETTY)
Fuente; El vacuno en el Neolítico.

Las imágenes de vacuno domesticado acompañando al hombre desde que empieza a dejar rastro de su capacidad intelectual, no son relacionadas con la necesidad de reintegrar a su hábitat esta raza de la que se constata la pérdida de variabilidad y la desaparición de determinados territorios. El caso del vacuno manchego debería ser un ejemplo para la reflexión.


La historia de la cirugía veterinaria es tan antigua como la cirigía humana y los animales destinatarios de semejante interés fueron las vacas.

El ganado vacuno, para el hombre y desde su inicio, ha sido objeto de la máxima atención, los descubrimientos sobre el cuidado que se le daba no deja lugar a dudas. La admiración que mantenemos por este animal debe llevarnos a impulsar su conservación en sus lugares de procedencia. Noticias de ciencia que relatan descubrimientos de cirugía en animales nos sorprenden, especialmente cuando descubrimos que los acreedores de estos cuidados eran vacas. Este interés por estos animales contrasta con el olvido actual en las zonas en las que estuvo presente de una forma abundante.  



La ciencia estudia el sustento biológico que justifica la conducta especial seleccionada en los últimos años del vacuno herrado. 


El experimento de mejorar razas de animales domésticos nació en La Mancha con el vacuno herrado. Se seleccionaban hembras a las que acorralaban y cruzaban con un mancho preseleccionado. Con este sistema se pudo elegir el aspecto morfológico y determinada conducta ante situaciones de enfrentamiento. Desde la prensa orientada a los espectáculos taurinos se divulgan los resultados de las investigaciones que se han venido realizando para justificar biológicamente la conducta de los animales que han llegado hasta nuestros días. 

Se pasa por alto en este estudio, toda la trayectoria de convivencia del animal con el hombre y la adaptabilidad de su conducta a los requerimientos de las necesidades del hombre. 

En este caso se estudia la bravura pero nada se dice de las selecciones anteriores para tener conductas mansas pero a la acompañadas de fuerza y permanencia. 

El ganado vacuno se ha ido adaptando a todas los requerimientos que el hombre ha necesitado, acompañándolo a lo largo de la historia. Sorprende que se le encumbre únicamente por estar seleccionado para los espectáculos y que no exista interés en conservarlo en las condiciones naturales que permitieran adaptarlo tal y como era en sus orígenes. 

Desde el neolítico hasta nuestros días y gracias a la arqueología seguimos aprendiendo de nuestro vacuno manchego y cada vez más, estamos convencidos de la necesidad de reintegrarlo a sus lugares de origen. 



lunes, 16 de abril de 2018

Homenaje a la raza vacuna Tudanca, ejemplo de reconocimiento desde el año 2005.






Mi buen amigo David, biólogo y experto consultor, me envió hace unos meses estas fotografías procedentes de su viaje a Cantabria. Se trata de un monumento e inscripción del homenaje a la vaca Tudanca, instalado en la localidad cántabra de Carmona.

Me hizo mucha ilusión recibirlas y me recordaba muchas cosas. Que alguien allegado vea un monumento a una raza de vacuno, se acuerde de ti y te mande fotos, significa que esa persona conoce de cerca tu afinidad por esos animales.

Esta aportación me lleva a reflexionar sobre la necesidad que tenemos de establecer mecanismos para la memoria permanente como sistema reivindicativo. Una buena forma de acreditar esta permanencia en la memoria es construir estos monumentos, hay otros sistemas, incluso existe un procedimiento judicial declarativo que se llama así, para la memoria permanente. 

La raza jijona todavía no tiene su monumento, ni siquiera tiene el reconocimiento de raza a pesar de tener una larga historia. Una vez más, solicitaremos la colaboración de las autoridades locales, provinciales, autonómicas y estatales para que se puedan obtener el reconocimiento de esta raza. 

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