Artículo escrito para la revista: "El paseillo".
Un grupo de personas de Villarrubia de los Ojos, hemos compartido la necesidad de profundizar en la posibilidad de recuperar la raza autóctona del toro jijón y la tradición ganadera de nuestra tierra, "un viejo sueño" anhelado por nuestras últimas generaciones.
El 15 de septiembre de 2007, Francisco Ramírez Gómez Tembleque, promovió un primer encuentro, de cuántos conocía interesados. A esta primera reunión acudimos seis personas y se decide fundar asociación con la finalidad de estudiar viabilidad científica, jurídica, económica y financiera de la recuperación del toro jijón. Esta asociación no tiene ánimo de lucro y es de carácter nacional. Actualmente somos 25 socios de todos los ámbitos, y de varios puntos de la geografía española, aficionados, veterinarios, científicos, ganaderos, en definitiva hombres y mujeres, jóvenes y mayores, que tienen interés por proteger algo que se nos puede ir de las manos. Lo mas importante es que no paramos de recibir peticiones de información sobre el proyecto.
A poco que se indague en la historia, se conocerá que en Villarrubia constan antecedentes de la existencia de ganado bovino silvestre desde la prehistoria, siendo desde el S. XV cuando se inicia su cuidado. Son diversos los usos que se le han dado, estos han formado parte de unos muy documentados antecedentes históricos debido fundamentalmente a la actividad cinegética y a los espectáculos taurinos para los que se destinaron.
Es bien sabido que en cada cuenca importante de nuestros ríos ibéricos se desarrollaron raza autóctonas de bóvidos, siendo nuestro "toro jijón" el que se desarrollara en la cuenca del Guadiana.
Hace más de 100 años que desaparecen los últimos toros de las dehesas de Villarrubia, para algunos el año 1875 es el último donde se registra una venta con intervención notarial de una partida de ganado.
Cuando se escribe sobre ganaderos de Villarrubia y su desaparición y "tomando la parte por el todo" se concluye la desaparición del ganado oriundo de esta zona. Afortunadamente, esto no es así, aunque es cierto que quedan muy pocos animales descendientes de nuestro "toro jijón".
Sin querer analizar en detalle las causas de la desaparición de ganaderos de bovino en Villarrubia, si es cierto que se ha investigado sobre las mismas, encontrando conclusiones muy precisas.
Las ganaderías en manos de familias se unen a los destinos de estas, a su situación patrimonial, a las tendencias del mercado y a factores externos que no garantizan la conservación de la pureza de los animales, por lo que entendemos que debemos buscar una fórmula de gestión del proyecto que permita la perpetuidad.
Otro de los inconvenientes que deben ser tenidos en cuenta es la falta de rentabilidad económica del toro bravo de lidia por si mismo. De tal forma, que el proyecto ha de contar con actividades conexas que garanticen la sostenibilidad económica del mismo, prescindiendo del uso exclusivo para espectáculos que se le viene dando a este tipo de ganado. Es otra lección que nos da la historia que no debe volver a repetirse.
Actualmente existen aproximadamente unas 1.300 ganaderías de bravo, encontrando una tendencia creciente de nuevos ganaderos procedentes de otros sectores económicos que obviamente no buscan en esta actividad, mantener la raza, ni la pureza del ganado, sino mas bien el afán de notoriedad que lleva implícita la ostentación de un "hierro".
Por otro lado, aumenta la tendencia monopolística que desde hace años predomina en el sector, de tal suerte que la mayoría del ganado comercializado para espectáculos, para renovación de ganaderías y para nuevas ganaderías proviene del un único tronco de los fundacionales. Uno de estos troncos fundacionales y que se ha dado por desaparecido durante décadas es precisamente nuestra raza "jijón".
La cabaña de bravo se estima en unos 400.000 animales, de los cuales se lidiaron en el 2006 unos 11.000, lo que representa el 2.75 %. Es decir existe un excedente del 97.25 %, lo normal es que solo existiera el excedente necesario para mantener el ciclo reproductivo.
Con estos datos parece ilógico pensar en constituir una ganadería para rentabilizarla económicamente vendiendo ganado para espectáculos. Máxime cuando ha sido esta tendencia la que ha dado "al traste" con varias especies de bravo. Por lo que hemos podido comprobar, sin tener información precisa, es que de estos 400.000 animales pueden quedar unos 400 con sangre jijona directa, es decir el 0.1 %. En manos de ganaderos privados, lógicamente. El pasado año una ganadería quitó sesenta vacas procedentes de sangre jijona. Tenemos información de 7 ganaderías que tengan esta especie animal. Y por desgracia son múltiples los ejemplos de ganaderías que han tenido y lo han ido desechando. No hemos tenido acceso a determinados registros y estamos en plena fase de investigación, por lo que es posible que: "ni estén todas las que son, ni sean todas las que están"
Nuestro objetivo mas inmediato es intentar realizar un estudio zoométrico del tipo de toro, para tener unas referencias claras en cuanto a medidas, hechuras, y morfotipo, en aquellos animales descendientes de los jijones puros.
Además pretendemos sensibilizar a la administración pública de la importancia de su intervención en la conservación de nuestro patrimonio de la biodiversidad, de momento es importante concienciarnos de que por mucho que amemos los toros, si no amamos la diversidad en su estado puro, en su origen, en su esencia, nos terminaremos cargando al animal que existió y que difícilmente es reconocible. Cada animal tiene su lidia, la tendencia actual de esperar para todos los animales los mismos comportamientos está acabando con la diversidad. Si no es apto para la moda actual debe dejarse para los usos tradicionales de los bóvidos silvestres, mansos, bravos, bravos de lidia o para lo que se tercie.
En esos estamos, buscando los usos para que el ganado de lidia no adaptado a la demanda pueda ser sostenible económicamente, y no exista la necesidad de eliminarlo. Afortunadamente vamos teniendo ideas y contrastando experiencias similares que nos hacen entrever la viabilidad del proyecto, también debemos destacar la colaboración que estamos recibiendo de muy distintos sectores, en cualquier caso, de momento seguiremos estudiando hasta que estemos preparados para abordar esta asignatura pendiente que es el "toro jijón"