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domingo, 6 de abril de 2008

Los descendientes vivos de Casta Jijona: Encaste Don Mariano Sanz Jiménez

Los descendientes vivos de Casta Jijona:
Encaste Don Mariano Sanz Jiménez.

Manuel Zamora Soria. 06-04-2008

El pasado 5 de abril de 2008 pudimos ver en la ganadería de Don Mariano Sanz Jiménez, por primera vez y desde que fundáramos la asociación “Casta Jijona. Asociación para la recuperación del toro bravo de lidia jijón” descendientes vivos y directos de la raza que defendemos.

Hace seis meses pensábamos todos los miembros de la junta directiva, que no encontraríamos descendientes de, la dada por desaparecida, casta jijona. Nos propusimos como primer objetivo hacer un rastreo entre las distintas ganaderías.
Pronto pudimos encontrar los estudios de genética que se han realizado a raíz del controvertido REAL DECRETO 60/2001, DE 26 DE ENERO, SOBRE PROTOTIPO RACIAL DE LA RAZA BOVINA DE LIDIA (BOE núm. 38, de 13 de febrero de 2001) y que omite inexplicablemente las debidas referencias a la Casta Jijona. Estos estudios nos han llevado hasta la ganadería de D. Mariano Sanz Jiménez. En este estudio se consignaba esta ganadería como un encaste procedente de los cruces con jijona, uno de los tres que se mencionan en dicho estudio.
Don Mariano, amablemente nos recibió para enseñarnos los toros de su hierro procedente de Félix Gómez. Se trata de una ganadería fundada en 1831, siendo una de las más antiguas de toda España. Fue un auténtico placer descubrir esos animales con esas cabezas, que parecían sacadas de láminas de enciclopedias de tauromaquia. Imponentes cornamentas abiertas, nucas estrechas, y unas rasgos inconfundibles de una forma singular, que no se parecen a los actuales encastes. Esperábamos la presencia del color “colorao encendio” en la mayoría de los ejemplares, sin embargo, nos sorprendió Don Mariano con una selección de negros y jaboneros de una estampa impecable y que ha ido seleccionando estos últimos años. También pudimos contemplar los jijones típicos con las capas y pelaje que los caracterizaron históricamente. Otra diferencia, pero que todavía no podemos confirmar hasta tener definidos todos los rasgos típicos de la casta, era la ausencia de papada. Efectivamente, en estos toros tampoco la encontramos. No había duda, estábamos ante descendientes de nuestra casta jijona. Lentamente fuimos pasando por los distintos apartados de la ganadería y observando con detenimiento las características diferenciadoras de estos animales y su singular belleza.
Tuvimos la ocasión de explicarle al ganadero lo que pretende nuestra asociación. Por su parte el ganadero nos propuso la organización de una corrida concurso entre las distintas ganaderías de casta jijona, idea novedosa y muy importante, que desde luego trasladaremos a empresarios públicos y privados. También aprovechamos para invitar al representante de la ganadería a participar en las próximas jornadas sobre el toro jijón, en las que nos podría contar los detalles de la evolución de su ganadería y sus intenciones para el futuro.
Ya sabemos que en la finca “Cañada Incosa” perteneciente al término de Linares en la provincia de Jaén podemos encontrar extraordinarios ejemplares de toros con sangre jijona, mezclados con otros encastes pero que todavía conservan rasgos inconfundibles de su identidad histórica, de su bravura y de su extraordinaria viveza.
Desde ahora estaremos atentos a los espectáculos que anuncien ganado con esta reseña, en los que veremos con toda seguridad, bravura a raudales. Es toda una proeza conservar este ganado con sus rasgos tal y como era hace casi dos siglos, sin sucumbir al imperio de la moda. Para la asociación es importante resaltar el valor de la variedad de razas dentro del ganado de lidia, defendiendo esta diversidad en pro de la conservación de todos los encastes históricos e impidiendo la estandarización y monopolio de determinados encastes.