miércoles, 19 de febrero de 2014

Luis Miguel Domínguez recuerda su defensa de las razas autóctonas cuando aboga por la conservación del lobo.








Luis Miguel Domínguez lidera el proyecto Lobo Marley de ciudadanos por el lobo y el mundo rural. 




LOBO MARLEY esta formado por ciudadanos de cualquier sector , y no solamente el de la ecología , que exigen un futuro viable, constructivo y razonable tanto para este precioso cánido como para el mundo rural con el que convive. Trabajamos para denunciar las acciones institucionales que hacen la vida imposible al lobo y buscar soluciones conservacionistas al sobredimensionado conflicto con algunos ganaderos. NO ESTAMOS EN CONTRA DE LA GANADERIA, muy al contrario, consideramos a la ganadería tradicional en tierras loberas igualmente en peligro de extinción. Pero solo vamos a apoyar a aquellos ejemplos de hermandad con el lobo como parte de un paisaje viviente que debe asumirse sin chantajes ni trampas. LOBO MARLEY crea lazos sólidos entre aquellos ganaderos que respetan al lobo y una sociedad que consume sus productos y que sabrá valorar adecuadamente esta realidad inquebrantable. Siempre estaremos en contra de cualquier modelo ganadero que en base a fundamentos economicistas y simplistas , anteponga sus intereses a los de TODOS. - 

Información procedente de:
http://lobomarley.org/como-puedo-colaborar/donaciones/



Por otro lado recientemente se han denunciado ataques de lobos a ganado de lidia.


Existen testimonios acreditados de que determinado tipo de vacas se defiende de los ataques de cánidos y que tienden a organizarse para proteger a los becerros. De hecho, el ganado vacuno silvestre ha sobrevivido históricamente en las zonas en las que cohabitaban todo tipo de depredadores carnívoros. En cualquier caso habrá que estar atentos a las vías de convivencia de las razas que han formado parte del mismo espacio y en al mismo tiempo.



En 1513 Gabriel Alonso de Herrera en su "Obra General de Agricultura" ya mencionaba como el toro se defendía del ataque de lobos. En aquella época no existía todavía la raza de lidia y por lo tanto era el bovino que hoy podríamos considerar autóctono.

Fuente: